Capitulo 2. Grupo Firme o el ritual del dinero, el alcohol y la música
En la pantalla de 70 pulgadas 4 k, nadie nos cuenta una historia. Los siete integrantes del Grupo Firme no interpretan a ningún personaje, se limitan a cantar y a pasarse una botella de tequila de la cual beben animadamente. Una experiencia que se repite una y tantas veces, sin importar qué tema estén cantando, sin importar si hacen dueto con otro artista del regional mexicano o de otros géneros, sin importar que se trate de un video o de un concierto en vivo.
Lo de ellos va más allá de interpretar canciones de dolor, dignidad, despecho, resiliencia o fiesta, lo de ellos es el ritual de exorcizar los demonios que aquejan a cualquier persona que sublima las frustraciones del día a día a través de la música y el alcohol, maridaje ancestral que, económicamente, los ubica hoy en día, dentro de la lista de las agrupaciones musicales más exitosas a nivel mundial, según la revista Billboard. Según la publicación, el grupo cuyos integrantes presumen de tener una amistad a prueba de todo, incluso de escándalos e idas a las áreas de urgencia de algunos hospitales —según cuentan las malas lenguas de algunos medios de espectáculos—, acumuló más de 18 millones 600 mil dólares, posicionándolos entre los cinco más exitosos a nivel mundial, compartiendo el privilegio con talentos como Paul McCartney, Shakira, Justin Bieber y Roger Waters.
Según datos revelados por Pollstar, Grupo Firme generó en promedio $3.1 millones de dólares por espectáculo.
No hay fiesta de fin de semana que no sea amenizada con las visualizaciones en You Tube de canciones como “Yo ya no vuelvo contigo”, que alcanza más de 500 millones de vistas, y no es la única, junto a esta joya de la música que encuentra sus raíces en el México rural, pero proyecta su herencia hacia los espacios urbanos de las grandes metrópolis de México y Estados Unidos e, incluso, va más allá, al producir sus videos en los espacios íntimos y atemporales como puede ser una quinta, lo mismo que un yate, una cantina o el patio de cualquier casa, hay al menos una decena de mega éxitos que alimentan la necesidad de consumo de millennials, centennialls y demás tribus generacionales que cohabitan el siglo XXI.
Y aunque en los medios nacionales aún siguen dilucidando cuántos miles abarrotaron el Zócalo de la Ciudad de México el pasado 25 de septiembre, lo cierto es que 280 mil personas o las que hayan sido, confirman el porqué son los Reyes Midas de la música popular mexicana.
¿En dónde reside el éxito de esta agrupación?, ¿en la apuesta por la inclusión y la diversidad, al ser uno de sus integrantes una persona que ha sido totalmente abierta respecto a su orientación —Jhonny Caz—?, ¿en las letras que son frontales al pedir olvido ante una pareja ya superada o que reclaman a los cuatro vientos qué le importa a la gente lo que las personas hacen con su vida y su dinero?, ¿en las colaboraciones con exponentes de géneros urbanos como Maluma?, ¿en el consumo de alcohol que convierte sus presentaciones en una liturgia liberadora?
Mientras lo descubrimos, la fortuna de sus integrantes va en aumento, construyendo un imperio que no discrimina sus fuentes de ingresos, ya que no tienen ningún problema en cantar en fiestas privadas, al presentarse hasta en enlaces matrimoniales por la módica cantidad de 3.5 millones de pesos.
En respuesta a sus seguidores y detractores, vale compartir algunos versos de una de sus canciones, en la que la inteligencia financiera se alinea con la inteligencia emocional:
Gracias
Autor: Jose Adrian Chaparro – © Universal Music Publishing Group
Gracias por aquellos que han hablado mal de mí
Gracias por aquellos que preguntan más por mí
Que si vacaciono en París, que cuánto pesa mi veliz
Que si en mi casa soy feliz, que si el anillo es de oro gris
¿Qué les importa? ¿Usted qué aporta?
Qué mal que se porten así
Mientras yo acá con Benjamín hice amistad
y el porvenir se ve llegando al mil por mil
No traigo broncas, la vida es corta
Pero si piensan que por eso he de pararle
pues se equivocan, no he de parar ya
Gracias por aquellos que conozco por aquí
Gracias por aquel que en realidad sabe de mí
Con quién vacaciono en París, con quién voy llenando el veliz
Quién en mi casa, sí es feliz
tirando nubes de humo gris no nos importa la gente tonta
Que se la pasan criticando que esté alegre
Sé que nunca me soportan, me despido ya.
