Tiempos de definiciones

TEMAS CON VISIÓN

Estamos a unos cuantos días de conocer el resultado de los procesos internos que se llevan a cabo en nuestro país.

En muy poco tiempo se confirmará quién será la candidata o el candidato presidencial tanto del oficialismo, esto es Morena y sus aliados, como del Frente Amplio por México.

Hace unas cuantas semanas muchos pensaban que ahora en septiembre tendríamos una final anticipada de los comicios del 2 de Junio de 2024. La lógica era que quien resulte ser el “Coordinador Nacional de los Comités de la Defensa de la Cuarta Transformación”, como le suelen llamar, terminaría ganando la elección presidencial.

Pero no.

La irrupción de Xóchitl Gálvez reconfiguró el escenario, le puso nombre y apellido al grupo opositor, y lo puso a competir fuertemente contra el lopezobradorismo.

Fue el propio Presidente quien le dio toda la cancha, al dedicarle conferencias mañaneras durante varias semanas consecutivas, que bien le valieron que la Comisión de Quejas y Denuncias del INE aprobara medidas para que se abstuviera de emitir expresiones sobre el proceso electoral y sobre cada uno de los aspirantes.

Aún así, López Obrador ha encontrado la manera de descalificarla, un día sí y otro también.

Todo eso es muestra de un extraño patrón de comportamiento de quien debería estar gobernando por todos los mexicanos, manteniéndose completamente al margen de la sucesión presidencial.

Sin lugar a dudas, el odio, el resentimiento, la división entre fifís y chairos, la polarización entre conservadores y liberales, se hacen presentes.

Y cada vez se ve más enojado, porque su proyecto político podría estársele yendo de las manos.

En medio de este embrollo, los “bonos” de Movimiento Ciudadano tienen cada vez más valor, porque en definitiva, en una contienda cerrada, como se anticipa, son ellos quienes podrían determinar el resultado final, ya sea sumándose al frente opositor, o dividiéndolo, si es que lanzan a su propio candidato.

Sería un grave error que Movimiento Ciudadano se vendiere al mejor postor, como en su momento lo hicieron el Partido Verde, el PT, Nueva Alianza, entre otros. ¿Será que Dante Delgado y su grupo político están viendo en Andrés Manuel López Obrador a su “media naranja”?  Estarían empeñando su prestigio y lo poco que les queda de partido “decente”.

Pero volvamos a Palacio Nacional.

López Obrador podría estar sintiendo ahora mismo que todos conspiran contra él.  La “mafia del poder”, que por cierto ha cambiado su configuración en este sexenio, junto con los medios de comunicación y los intelectuales… Bueno, en su mente, hasta Estados Unidos podría estar atentando contra su proyecto de la Cuarta Transformación.

¿Qué seguiría para AMLO?

La manipulación de masas para tratar de perpetuarse en el poder.

Pero lo peor sería una desestabilización en gran parte del país, con menos abrazos y más balazos, que no nos permita celebrar elecciones pacíficas y salir a votar libremente.

Lógicamente son palabras mayores.

En el proceso electoral 2020-2021 se contabilizaron 239 incidentes de violencia política que dejaron 179 víctimas mortales, incluyendo 36 aspirantes o candidatos a cargos de elección popular. De éstos, el 64 por ciento aspiraban ocupar presidencias municipales.

No queremos tener otra elección violenta.  Mucho menos queremos un magnicidio, como el de 1994.

Esperemos que el Presidente recapacite y que juntos podamos transitar rumbo a una elección constitucional como un verdadero país democrático.