Cambio del poder económico de las economías emergentes Vs las economías desarrolladas actuales del 2023 al 2050
Después de dos años de grandes choques económicos, Pandemia, disrupciones de las cadenas de suministro, cercos sanitarios, cuellos de botella, crisis de transporte y logística, conflictos geopolíticos Rusia vs Ucrania, inflación globalizada en descontrol en conjunto con lo sucedido hace muy poco con la salida del Reino Unido (RU) de la Unión Europea (UE) las próximas elecciones de EU, pareciera muy osado que opinar sobre las perspectivas económicas para 2023 y mucho más para 2043.
Sin embargo, pienso que es importante adoptar una visión a mayor largo plazo sobre las perspectivas económicas globales, más allá de los altibajos del corto plazo que son propios del ciclo económico y político, y los cuales son difíciles de prever. Para este comentario, mi enfoque está enmarcado en los impulsores fundamentales de crecimiento: demografía y productividad y nuevo enfoque de nearshoring, que a su vez están relacionados con el progreso tecnológico y son difundidos mediante el comercio y la inversión extranjera.
Mirando hacia adelante, considero que estas fuerzas también verán a las economías emergentes lograr el dominio en el siglo XXI. Para 2043-2050 el FMI y el BID pronostican que China será la mayor economía en el mundo por un margen significativo, mientras que India podría acercarse lentamente por delante de Estados Unidos ubicándose en segundo lugar e Indonesia subiría al cuarto lugar. La participación de la UE27 en el PIB mundial podría caer por debajo del 10%. Así mismo se prevé que la economía mundial duplicará su tamaño de aquí a 2050, superando el crecimiento de la población.
Estoy convencido que este tipo de visión a largo plazo, más allá de los ciclos económicos y políticos a corto plazo, es particularmente útil para los legisladores y las empresas en áreas como pensiones, salud, energía y cambio climático, transporte, vivienda y otros tipos de inversión en infraestructura es decir aquellas empresas que sus motivos y objetivos de inversión obedecen a necesidades y fines de largo plazo.
La actual posición de las economías a través de si PIB PPA, de tal suerte me permite comparar el nivel de vida entre distintos países, atendiendo al Producto Interno Bruto per cápita en términos del costo de vida en cada país. Adiferencia de otros indicadores, este elimina las distorsiones generadas por los distintos niveles de precios existentes entre los países comparados. para el 2022, quedando la clasificación de esta manera (según datos del FMI y BID):
1 China Emergente, 2 Estados Unidos Desarrollada, 3 India Emergente, 4 Japón Desarrollada, 5 Alemania Desarrollada, 6 Rusia Emergente, 7 Brasil Emergente, 8 Indonesia Emergente, 9 Reino Unido Desarrollada, 10 Francia Desarrollada.
El poder económico mundial durante este periodo pasará hegemónicamente de las economías del G7 al E7, Al realizar y analizar la información inferimos que la economía mundial podría casi multiplicar por 1.75 veces su tamaño para el 2050, asumiendo un crecimiento de políticas que incentiven el crecimiento (incluyendo ningún retroceso a largo plazo hacia el proteccionismo) y que no se presenten catástrofes globales graves que amenacen la civilización.
Los mercados emergentes seguirán siendo el motor de crecimiento de la economía global. Al 2050, las economías del E7 podrían llegar a incrementar su participación en el PIB mundial de un 35% a un 50%. China podría ser la economía más grande del mundo, con un 20% del PIB mundial en el 2050, India en segundo lugar e Indonesia en el cuarto (con base en el PIB en PPA).
Las economías avanzadas de hoy seguirán teniendo ingresos promedio altos, pero las economías emergentes avanzarán a buen paso hacia el cierre de esta brecha para el 2050.
Esto abrirá grandes oportunidades para las empresas preparadas para hacer inversiones a largo plazo en esos mercados. Pero esto requerirá paciencia para resistir las tormentas que hemos visto recientemente en economías como; por ejemplo, las de Brasil, Nigeria y Turquía, y todas ellas tienen potencial económico considerable a largo plazo de acuerdo con al análisis de crecimiento del PIB y demografía.
Para activar este potencial de crecimiento, los gobiernos de los mercados emergentes necesitan implementar reformas estructurales para mejorar la estabilidad macroeconómica, diversificar sus economías alejándose de la dependencia excesiva en los recursos naturales (donde sea este el caso), y desarrollar instituciones políticas y jurídicas más efectivas, alejándose de la izquierda absurda y proyecto de nación partidista retrogrado y patriarcal que algunos gobiernos pretenden desarrollar en América Latina.
El cambio del poder económico y la hegemonía ya no se basarán en la Globalización si no todo lo contrario comenzara a crecer el nearshoring y las economías que busquen el desarrollo general y el proceso de complementar cadenas de producción y suministro integradas serán las ganadoras para las próximas 3 décadas.
