¡Corto circuito!

TEMAS CON VISIÓN

La ola de calor que se registró en gran parte del país antes de la llegada del verano, histórica por su duración en la zona metropolitana de Monterrey, puso en evidencia las malas decisiones del Gobierno Federal y, con ello, la vulnerabilidad del sector eléctrico en México.

Con temperaturas superiores a los 40 grados centígrados durante dos semanas continuas, miles de personas se quedaron varios días sin luz. Aquí en Nuevo León los apagones se hicieron presentes, en casas-habitación, comercios, oficinas, industrias, escuelas y hospitales públicos y privados.

Sí, por supuesto, se disparó el consumo. Aumentó la demanda de energía eléctrica, al tiempo que creció el rezago en la inversión que debería estar haciendo la CFE para la distribución de energía.

Para variar y no perder la costumbre, no estamos preparados. El sector eléctrico está rebasado en la provisión y distribución, que incluye redes de transmisión, subestaciones, transformadores.

Esto es, el principal problema no ha sido la generación de energía eléctrica, sino el sistema de distribución.

En lo que va del sexenio, ¿cuántos proyectos de ampliación de la red de transmisión de electricidad se han concretado? A estas alturas, ¿cuántos ya deberían de haberse realizado?

El monopolio controlado por el Gobierno Federal no ha invertido lo suficiente para suministrar electricidad en baja y media tensión, que es la que se utiliza en viviendas, así como en pequeñas y medianas industrias.

Pregúntele a quienes están desarrollando parques industriales, ahora que se espera la llegada de muchas empresas relacionadas con la producción de autos eléctricos y con el nearshoring. En los nuevos contratos de la CFE les están exigiendo que sean ellos quienes inviertan en líneas de transmisión y subestaciones eléctricas.

Es aberrante que en lugar de avanzar estemos retrocediendo más de medio siglo.

Los cuatro presidentes anteriores apostaban por el desmantelamiento de las empresas energéticas del gobierno, esto es Pemex y la Comisión Federal de Electricidad, a favor de las empresas privadas.

Hoy es al revés. Con la compra a Iberdrola, la generación eléctrica por parte del gobierno alcanza el 55 por ciento.

Pero insisto, sigue faltando la inversión en distribución. Y además adquirieron plantas chatarra, apostando por los combustibles fósiles, mientras que el crecimiento en la generación de energía limpia se encuentra estancado.

Esto, en definitiva, compromete la transición energética del país, así como la provisión de energía confiable y a precios competitivos que detone el crecimiento y la inversión.

Estamos cada vez más lejos de cumplir los compromisos del Acuerdo de París, firmado por prácticamente todos los países a nivel mundial, que busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para contener el calentamiento global.

Aún así, países como Alemania le están echando el ojo a México, como un posible aliado para el desarrollo de energías limpias, como la eólica y la solar.

Y tenemos todo para hacerlo. No solamente posición geográfica, sino también diversidad y riqueza de recursos naturales y ecosistemas.

En un momento en que América Latina destaca como destino atractivo para la inversión en el sector de energías renovables, México podría convertirse en un referente y punta de lanza.

Es patético que el gobierno en turno no lo esté viendo así… que no esté haciendo lo necesario para aprovecharlo… y lo peor, que estemos caminando en reversa.