Además de ser la meca comercial del cine, Hollywood es también, con cada ceremonia de los premios Óscar, una universidad emergente con lecciones de altos estándares si de mercadotecnia se trata.
Prueba de ello, la inversión que realizan tanto las casas productoras como diversas empresas comerciales, en aras de obtener un resultado que les represente un posicionamiento y, en consecuencia, mayores ingresos.
Cuando las relaciones públicas cuestan más que el producto
Hacer las cosas al estilo Hollywood puede significar que por cada 10 dólares invertidos a una producción cinematográfica, los grandes estudios decidirán destinar 15 o 20 dólares a su promoción. ¿Lo dudas? Netflix invirtió para promocionar Roma, de Alfonso Cuarón (una película que costó 15 millones dólares) al menos 25. Y el resultado, ahora lo sabemos, fue el que esperaba la compañía de streaming. ¿Qué hubo detrás de eso? No solo el ego y la emoción porque un largometraje gane, sino un cambio de paradigma en la industria de la producción, comercialización y distribución. Y si para eso hay que regalar chocolate de Oaxaca y contratar a quien ayudó en años previos a cintas como El discurso del rey o El artista: Lisa Taback, pues se contrata.
Las bolsitas de regalo de más de 2 millones de pesos.
Aunque las bolsas de regalo que se llevan algunos de los nominados (para ser exactos, 25) son de lo más comentado en cada edición, estas no siempre existieron.
Fue con el cambio de milenio, concretamente en 2002, que Lash Fary, empresario australiano, recomendó a varias empresas regalar su producto a los artistas nominados en las categorías más relevantes.
Bautizadas como Todos Ganan, las bolsas que obsequia Distinctive Asset tienen un valor individual superior a los 216 mil dólares e incluyen, entre otras cosas:
• Un viaje para ocho personas a un faro en Italia.
• Escapada a Canadá.
• Un metro cuadrado de un terreno en la región australiana de Western Downs, en Queensland.
• Una lipoescultura.
• Pan de leche japonés.
Y, a cambio, ¿qué reciben estas empresas?, la exposición en medios y la divulgación de sus marcas en medios electrónicos, impresos y redes, al estar asociados a los premios de la Academia.
Sí, estamos hablando de películas, pero son dos excelente ejemplos de cómo en el mundo de los negocios, más siempre es más.
