El fenómeno Milei

ECONOMÍA

Javier Milei tiene aspecto de pirata sin filtro. Sólo le falta el paliacate, la botella de ron en una mano y el loro en el hombro. Posee una evidente falta de filtro e incontinencia verbal. Sus abruptos extemporáneos y esa carencia de filtro no ayudan a quién va a ser el próximo Jefe de Estado de Argentina. Pero una cosa es lo que parece y otra, lo que es. A los políticos no se les puede juzgar por cómo son. Se les juzga por sus obras al final y sus propuestas al principio.

Las recetas de lo que plantea Javier Milei son acertadas. Se trata de un ultraliberal que busca una liberalización total de la economía – agónica – argentina. Los resultados de la analítica sanguínea de las finanzas argentinas reflejan alteraciones que parece son insalvables. La inflación se está comiendo a los argentinos con un 144 %. Las reservas del Banco Central están en negativos en once mil quinientos millones de dólares. La deuda pública alcanza los cuatrocientos quince mil millones de dólares y los argentinos no tienen dinero real en el bolsillo. Algo más, el sesenta por ciento de la población del país del cono sur vive en una situación muy precaria.

Y ahora, ahora el cirujano Milei tiene que operar al enfermo cuando parece que es irreversible. O no.

En la vida como en la política todo tiene solución. Es un asunto de aptitud mezclado con la inteligencia. Javier Milei viene con una receta. Para empezar, quiere reducir el gasto público en un 15 % por ciento después de avanzar en un reordenamiento del estado. Otro punto es la eliminación del Banco Central para terminar precisamente con la hiperinflación y una reforma monetaria que permitiría avanzar a un esquema en el que los argentinos puedan comerciar con la moneda que quieran, es decir, ir hacia una dolarización. Además, Milei va a privatizar aquellas empresas argentinas que estén enfermas. Además para reforzar la competitividad también el presidente electo habla de una propuesta comercial irrestricta. Propone seguir la experiencia chilena y suprimir todo tipo de limitaciones, tanto para exportar como para importar. De esa manera Milei quiere llevar al capitalismo a su máxima expresión. Como él mismo dice, como benefactor del Estado.

Desconozco el resultado de la receta. Lo que sí tengo claro es que Argentina lleva muchos años de gobiernos populistas encarnados en el peronismo o en el Kirchnerismo. Argentina lleva muchos años sumida en grandes corruptelas.

Es hora de coger al toro por los cuernos.

Sólo espero que Milei no sea otro más de los muchos populistas que ha tenido el país.