El impacto de la nube en las empresas

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Hace poco más de cinco décadas, el primer sistema de ordenadores interconectados hizo posible acceder a programas y datos desde cualquier parte del planeta. Fue el primer antecedente de lo que conocemos como la Nube, el concepto que se ha extendido más allá del almacenamiento de grandes volúmenes de información.

El desarrollo de cloud computing, ha despertado el apetito de grandes empresas que ya ofrecen servicios de infraestructura, software y plataformas para la gestión de datos, como Microsoft, IBM, Salesforce y SAP. Firmas tecnológicas que nacieron para atender otro tipo de necesidades como Amazon, Google o Alibaba, hoy ven en la Nube una gran oportunidad de crecimiento.

Y no es para menos, de acuerdo con RightScale, más de 90% de las compañías ya utilizan algún servicio de cloud computing; y según estimaciones de Gartner, la firma de inteligencia tecnológica, el gasto global en servicios de computo en la nube alcanzará los 482,000 millones de dólares en 2022, más de 100,000 millones más que en 2020.

Los desarrollos más recientes de la Nube han sido impulsados a partir de la tecnología Web 2.0, que se ocupa de aplicaciones web que facilitan el intercambio de información colaborativa, la interoperabilidad y el diseño centrado en el usuario.

Las ventajas que hoy en día ofrece la Nube a las empresas van mucho más allá del simple almacenamiento y disponibilidad de datos 24/7. Por ejemplo:

1. Altos estándares de seguridad de la información.

2. Infraestructura tecnológica a la medida de las empresas.

3. Escalabilidad rápida y sencilla de los servicios digitales.

4. Uso y desarrollo de aplicaciones que se requieren para la gestión de las empresas.

5. Soluciones tecnológicas innovadoras como Inteligencia Artificial, chatbots o blockchain.

6. Servicios virtuales, redes y sistemas operativos.

Todo esto se traduce en menores costos, ya que los usuarios solo invierten en el espacio que realmente utilizan y en programas estratégicos que pueden dejar de ocupar cuando lo deciden; además, en cuestiones de emergencia, es posible acceder de forma remota para recuperar rápidamente los datos, además de llevar a cabo actualizaciones automáticas de software sin costo extra.

Uno de los retos que se prevén en el futuro para la Nube es la de soportar el crecimiento acelerado de datos, su transferencia y procesamiento.

De ahí que redes ultrarrápidas nuevas o futuras, como 5G y Wi-Fi 6E, ofrezcan la posibilidad de que la Nube se adapte mejor a la nueva era, donde nuevos tipos de información, como la virtual, tendrán un mayor protagonismo.

En el futuro próximo, mientras los propietarios de los centros de datos van a aumentar el almacenamiento disponible, las organizaciones con visión tendrán la capacidad de utilizar ese espacio para satisfacer sus necesidades.

Por ejemplo, las compañías que podrán almacenar grandes conjuntos de datos y realizar análisis sobre ellos, y cosechar valiosos conocimientos en áreas como el comportamiento de los clientes y la inversión financiera estratégica.

Aunque el futuro de la Nube puede ser difícil de predecir, es seguro que esta tecnología tendrá un efecto significativo en las organizaciones, haciéndolas más competitivas y adaptables a los entornos cambiantes. Si tu compañía no está en la Nube, no esperes más y llévala hasta el cielo.