La culpa que carcome a las mujeres que trabajan

COACHING

Por amor al arte, por gusto o necesidad, hoy en día son más las mujeres que siendo madres, optan por salir a trabajar.

En los años setenta era poco común que las mujeres fueran económicamente productivas, se les enseñaba desde niñas a tener la casa impecable, a cocinar, desarrollar manualidades o artes plásticas, a cuidar al marido y los hijos, a formar e integrar una familia. Con el paso de los años, más de la mitad de las mujeres con niños pequeños, trabajan fuera de sus hogares. Esto ha hecho que las mamás que se quedan en casa, sean ahora consideradas como un grupo privilegiado. Es natural que si eres mamá de un niño pequeño y hayas decidido regresar a trabajar, te encuentres enfrentando sentimientos de culpa y conflictos internos por separarte de tu retoño.

Antes de que estas sensaciones te agobien, considera que lo que realmente importa es la calidad de tiempo que le brindes a tu familia, en lugar de la cantidad (puede estar ahí tu cuerpo todo el día y tu atención muy lejos de este planeta).

Para ello te recomiendo estos sencillos lineamientos para llevar a cabo antes de cruzar la puerta de acceso a tu hogar:

– Prepárate: Lleva una libreta contigo y elabora una lista de pendientes para el día siguiente, esto logrará despejar tu mente.

– Guarda o apaga tu celular: Evita tomar llamadas, recados, contestar correo o dar seguimiento a los proyectos que sí pueden esperar al día siguiente. Y contacta con tu pequeño.

– Pon límites: De manera muy cortés aclara a tus compañeros de trabajo y a tu jefe que todo tiene un tiempo y que con gusto responderás a sus requerimientos en horas de oficina.

– Conéctate: Deja las presiones o los problemas a un lado y decide escuchar a tu familia, haz preguntas y mira a los ojos. Tu familia necesita sentirse amada por ti y esto es una manera sencilla de demostrarlo.

Ahora bien, si esa sensación de desvalorización continua, es importante trabajar en tu diálogo interno, recordando lo siguiente: Salir a trabajar ¡tiene sus ventajas!

– Apoyas la economía familiar: Eso les permite tener la facilidad de poder ahorrar, salir de vacaciones, comprar una casa o cambiar el coche o bien mejorar su estilo de vida.

– Reduces la posibilidad de estar de mal humor: Al usar tu talento para el bien común y tener tu mente ocupada durante el día, se minimizan los pensamientos destructivos que dan origen al mal humor.

– Eres económicamente independiente: Para una mujer nunca es suficiente la ropa, zapatos o accesorios que tenemos en el closet, nadie te va a cuestionar el día que decidas darte un nuevo lujito.

– Aumenta tu autoestima: Al arreglarte todos los días para salir a trabajar, usar maquillaje y tacones, en automático te sientes más guapa y mejor contigo misma.

– Te sientes útil: Las mujeres nos distinguimos por ser detallistas, enfocadas y muy leales, tus compañeros o tu superior seguramente te brindan retroalimentación positiva a tu labor.

– Conoces gente y te relacionas: Esto hace que tu círculo se amplíe y te conectes con personas que puedan convertirse en amistades para toda la vida

– Desarrollas habilidades: Es común que tengas la opción de aprender nuevas cosas y de que puedas asistir a cursos o seminarios que la empresa te ofrezca ¡aprovéchalos!

Ahora bien, si tu pareja tiene la fortuna de poder hacerse cargo de todo el paquete económico de la vivienda, servicios, colegiaturas, seguros y automóviles, yo sí te recomiendo que emplees tu tiempo en algo productivo, sobre todo cuando los pequeños ya están en edad de ir a la escuela. Aquí te dejo algunas ideas: 5 formas de usar tu talento ¡sin salir de casa!

1. Si hablas algún idioma, puedes traducir textos o ser intérprete por horas.

2. Si te gusta escribir, redacta artículos de interés o conviértete en blogger.

3. Si te encanta cocinar, ofrece servicio de catering para eventos.

4. Al dominar algún tema en particular, tal vez puedas impartir clases o talleres en línea o ser tutor de alguna materia de carrera.

5. Si te gusta hacer amigos y relacionarte con las personas, puedes vender ¡lo que quieras! por teléfono o internet.

Trabajar, sentirte útil es un verdadero placer… más allá del dinero, es una forma de expresión personal, de tus talentos y capacidades ¡que todas tenemos! Te deseo mucho éxito en lo que emprendas y me encantaría saber si este artículo te inspiró a llevar a cabo alguna acción en particular