Esta podría ser una gran noticia para Nuevo León.
En las últimas semanas se ha mencionado que Tesla, la empresa fabricante de autos eléctricos de Elon Musk, realizará aquí una inversión sin precedentes.
Sería por 10 mil millones de dólares, en etapas, quizá en varios años.
En un principio, una planta destinada a la producción de componentes… y en un futuro, al ensamble de alguno de sus modelos.
Por definición, la Inversión Extranjera Directa es aquella que tiene como propósito crear un vínculo duradero con fines económicos y empresariales de largo plazo por parte de un inversionista extranjero en el país receptor, en este caso México.
Este tipo de inversión permite aumentar la generación de empleos, incrementar la captación de divisas, estimular la competencia, incentivar la transferencia de nuevas tecnologías e impulsar las exportaciones.
Esto es, apuntala el crecimiento y desarrollo de nuestro país. Los beneficios se transmiten a toda la economía.
Según datos de la Secretaría de Economía del Gobierno Federal, de enero a septiembre de este año 2022, la Inversión Extranjera Directa en México se ubicó en 32 mil 147.4 millones de dólares, casi un 30 por ciento más que la recibida en el mismo periodo del año previo. Hay que recordar que todavía estábamos en medio de la pandemia.
Aquí en Nuevo León, la verdad es que no nos ha ido mal en este renglón.
De octubre de 2021 a octubre de 2022, es decir, en el primer año de la actual administración, que encabeza Samuel García, nos posicionamos como el estado con mayor captación de Inversión Extranjera Directa del país, por un total de 4 mil 364 millones de dólares. En ese periodo se concretaron 53 nuevas inversiones y 48 expansiones de empresas que ya se habían instalado hace algunos años, como Lego, Hershey’s o Navistar, lo que ha representado la creación de más de 50 mil fuentes de trabajo.
En el ramo automotriz, en México se ensamblan actualmente más de 3 millones de vehículos ligeros en 21 plantas ubicadas en 12 estados: Guanajuato, Aguascalientes, Estado de México, San Luis Potosí, Coahuila, Puebla, Jalisco, Veracruz, Morelos, Baja California, Sonora y Nuevo León, donde ya no somos nuevos.
La planta KIA, que inició operaciones en 2016 en Pesquería Nuevo León, tiene una capacidad para producir 300 mil vehículos al año.
Si llega Tesla, conforme a lo que se ha dicho, primero se estaría fortaleciendo la industria de autopartes. Nos estaríamos subiendo a la cadena de producción de autos eléctricos. Nos ayudaría a consolidar un cluster de manufacturas de alta tecnología, muy integrado a nuestros vecinos del Norte, específicamente Texas.
Pero no hay que pandear al burro.
Esperemos a que se concrete esta megainversión
Y después, ojalá que tengamos la capacidad de aprovecharla.
Ya no es opción. Ahora sí habría que resolver todas las crisis que nos aquejan. La inseguridad, la movilidad, la mala calidad del aire. No podemos volver a padecer un desabasto de agua como el que tuvimos el año pasado.
Aquí hay una gran oportunidad. Con una inversión de esas dimensiones, se estaría generando un círculo virtuoso que bien podría llevar a Nuevo León, en espiral, a un siguiente nivel.
