3 consejos si tu colaborador tiene mala actitud

COACHING

Seguramente has escuchado frases motivacionales como

“La actitud ante todo”, “Actitud positiva para alcanzar las metas” o “Todo es cuestión de actitud”.

Pero… ¿qué es la actitud? 

Muy sencillo: es la forma en que actuamos.

Decía Epicteto: “No es lo que nos pasa, sino cómo reaccionamos a lo que nos pasa”. Esto significa que no podemos controlar lo que sucede en el exterior, pero sí la forma en que respondemos a ello.

Victor Frankl, neurólogo y psiquiatra austriaco, fundador de la logoterapia, sobrevivió desde 1942 hasta 1945 en varios campos de concentración nazis, incluidos Auschwitz y Dachau. A partir de esa experiencia, escribió el libro “El hombre en busca de sentido”.

En esta publicación, Frankl menciona que al llegar a su prisión, él tenía tres objetivos en mente: aprender, sobrevivir y ayudar a los demás. En medio del horror, él decidió mantener una postura positiva con los pensamientos adecuados.

Es entonces, la disposición o el ánimo que tenemos en respuesta a los eventos de la vida, y se proyecta a través de nuestro lenguaje corporal.

Que es el noventa y tres por ciento de la comunicación. Las palabras son sólo el siete por ciento. Así que nuestra forma de caminar, la manera en que movemos las manos, la expresión del rostro y, muy importante, el tono en el que hablamos, define nuestra actitud.

Es muy útil comenzar a entender este lenguaje en los demás y, más aún, estar consciente del nuestro y de lo que proyectamos.

Si tu colaborador está activo, dispuesto, hace contacto visual con la gente, además responde con una sonrisa a algo que le solicitas, definitivamente tiene buena actitud. 

Si por el contrario, está moviendo los pies o golpeando la mesa con los dedos, si al hablar mantiene las manos y las piernas cruzadas puede proyectar que está cerrado.

La espalda dice mucho también: si está hacia adelante, muestra interés; si está hacia atrás, lo contrario.

El cuerpo, gestos y posturas constituyen el cincuenta y siete por ciento de la comunicación.

Y finalmente, el treinta y seis por ciento, lo transmite el tono de voz.

Como te estás dando cuenta, lo que dices es lo de menos: lo más importante es cómo lo dices.

Decir algo en un tono específico puede ser la diferencia entre lastimar o no a nuestro interlocutor. Cuida la manera en que hablas, porque es crucial saber decir que NO, aunque siempre de forma amable y cordial. Eso es asertividad.

El conjunto de tu lenguaje corporal del día a día determina tu actitud.

 Así que, si tu colaborador presenta un mal comportamiento constante, aquí te van 3 consejos súper poderosos:

1.   Habla con la persona

Esto es lo más obvio, sin embargo, la mayoría de la gente no sabe cómo hacerlo y piensa con simplemente decirle “échale ganas” es suficiente.

Mi recomendación es que separes un tiempo en tu agenda y le des previo aviso del tema que vas a tratar.

Cuando esté frente a ti, modela la actitud que deseas ver en la persona, es decir, muéstrate abierto, sonriente y amable.

Comienza por preguntar de temas generales, como el clima o la temporada actual, para después averiguar acerca de su sentir.

Quizá al principio pueda parecer parco o superficial, sobre todo si es la primera vez que buscas un acercamiento así, ten paciencia y sigue indagando.

Algo que funciona mucho es la escucha activa, esto lo logras realmente poniendo atención e incluso repitiendo algunas palabras que te diga.

Lo importante es detectar el motivo de su incomodidad, molestia y enojo.

2.   Destaca el impacto de su actitud

Cuando las personas tenemos temas personales, muy pocas veces nos damos cuenta de lo que la gente siente ante nuestro comportamiento, por ello es necesario expresar lo que a ti en lo personal te afecta su conducta y lo que daña al equipo.

Algo que ayuda son las encuestas de 360 grados pues reflejan con objetividad, la percepción del resto de los compañeros.

Si has hecho bien la primera parte, en esta etapa, el colaborador estará más abierto e incluso agradecido.

3.   Plan de acción correctiva

Ofrece ayuda y establece un mapa de operación conductual, es decir, explica lo que es la actitud y el lenguaje corporal para que la persona comprenda exactamente lo que se espera de ella.

Un colaborador con comportamiento negativo, sí puede cambiar, si se le escucha, se le comprende y se le apoya.

 Es importante que sienta tu interés genuino para que logre expresar su potencial, que seguro que sí lo tiene.

¡Mucho éxito!