La Cuesta De Marzo

ECONOMÍA Juan R. Palacios

En el laberinto de la verborrea histriónica y mediática, siempre se susurran un desdén de falacias. Los hechos son claros, desde hace 3 años no hemos escuchado más que datos inexactos en cuanto a nuestro bienestar como país, desestimaciones de quienes señalan, mitos, calumnias y novedades.

Milagrosamente los mexicanos seguimos sobreviviendo a la peor crisis de valores gubernamentales en tiempos modernos y a un manejo irresponsable de las finanzas públicas.

No hay fideicomisos, no hay medicinas, no hay apoyos. Bueno, ya sabemos para quienes si hay. Nuestro vecino sigue perdido y no somos prioridad. Para Biden primero está China y el pueblo Estadounidense. Algún día se preocupará por quienes lo maltratan al Sur.

Si a esto le sumamos el conocido efecto asesino del Covid y su darwinismo económico, no queda duda que somos la especie que mejor se ha adaptado para sobrevivir.

Mucho de este triunfo proviene del ama de casa, de la jefa de familia, que desde tiempos revolucionarios ha sabido hacer mucho más con cada vez menos. Y para muestra, la caída entre un 9 y un 10% de la economía el año pasado obligó al hogar promedio mexicano a amarrar su cinturón. Eficientizar, economizar y tratar de gastar lo menos posible.

Bajo esta lupa, el 2022 pinta para algunos, mucho peor. Para otros, un mejor año que el anterior. Claro, cuando estás en el piso, el único camino es hacia arriba. Así debe de ser.

Datos duros generados durante el año pasado, la colocación prendaria de Nacional Monte de Piedad alcanzó la cifra récord de 32,500 millones de pesos; TRE I N TA A AY D O O O S M IIII L QUINIEENTOSS millones de pesos, lo que significó un crecimiento de 16% en relación con 2018.

En el 2020 se registraron 10.5 millones de préstamos prendarios nuevos que junto a la colocación en términos monetarios fueron “históricas “, principalmente en enero.

Y suena lógico pues como raza, jamás podremos dejar de celebrar una Navidad, un Día de Reyes, unas Vacaciones de Semana Santa. Hacemos lo que se pueda, para seguir en nuestra nube de felicidad. Para mi raza, siempre habrá un como sí. Y de aquí parte el miedo a la Cuesta de Enero, que sin duda terminará en Marzo.

Financiamiento primal, en las bases, en el subterráneo, adicional al de las instituciones crecerá aún más para ese 2022, generando una peligrosa burbuja de préstamos a todos los niveles, cuando estos créditos puedan llegar a no pagarse. Como desde la Crisis de 1985, debemos prepararnos para lo peor y rezar por lo mejor.

Internamente, sugiero para este 1er. trimestre sin duda y si queda ingreso disponible, el ahorro, eficientizar el gasto, invertir en lo seguro y a muy muy bajo riesgo, enumerar esos bienes inmuebles que pudieran tener un valor más allá del cualitativo y contar con la rapidez para su venta en el peor de los casos.

Lo nuestro como mexicanos ha sido Vivir del Empeño y Empeñar Nuestro Vivir.

 Vislumbro un panorama complicado para el 2022 donde busquemos salir de este ciclo.

“Apechugar, nadar de muertito, sobrevivir” nos debe salir muy bien, hasta que llegue la Santa Semana y de regreso de unas merecidas vacaciones, empeñar de nuevo para sobrevivir y ahora si, a trabajar por un México Mejor.

 ¿ Porqué esperarnos hasta Abril ? Porque a como pinta el panorama global, más las incómodas estrategias locales, no se ve claro el camino hacia el pódium, hacia la gloria, hacia un mejor mañana. No. Aún no.

Ánimo, Feliz Año y a darle. No hay Crisis que aguante 20 horas de trabajo. – Amén.