Existen en la actualidad condiciones que están alimentando el nivel general de precios de manera global en las economías, tales como una sólida recuperación de la demanda gracias a los estímulos fiscales activados por los bancos centrales, el ahorro y los ingresos directos puestos en las manos de las familias a través de programas sociales y apoyo al empleo, las vacunas y la dinámica de la oferta impactada por las disrupciones de las cadenas de suministro, una serie de choques en este indicador impulsados por todo tipo de cuellos de botella y la tendencia a la alza de los precios de energéticos.
Por otro lado, la recuperación ha perdido impulso en los trimestres anteriores en el indicador del crecimiento de EE.UU. y en China, y más recientemente en la eurozona por los choques de oferta descritos anteriormente conjunto con los temores de la cuarta ola COVID y la propagación de la nueva cepa llamada Ómicron.
Las presiones sobre los precios siguen aumentando; la inflación se sitúa en niveles elevados principalmente en los Estados Unidos, pero también en la eurozona y países emergentes más notoriamente (México y Brasil por mencionar algunos), mientras que en China sigue siendo relativamente baja pero mostrando ya distorsiones en la dinámica de crecimiento en precios al productor, que tarde o temprano comenzarán a sensibilizar sus actuales niveles de inflación.
La activación del tapering de la Fed, las perspectivas de subida de las tasas y el temor a la inflación presionan los rendimientos de los bonos (principalmente en EE.UU.) y respaldan al dólar fortaleciéndolo contra otras divisas mostrándose de manera ordenada la volatilidad relativamente contenida hasta este momento.
De cara al futuro, en este escenario se prevé que la recuperación continuará, pero perderá impulso por los choques de oferta en curso y el impacto en la inflación, lo que llevará a los Bancos Centrales a seguir actuando activamente en sus políticas monetarias reduciendo liquidez y aumentando los tipos de interés de manera global.
El escenario entonces al que se enfrenta la economía bajo la dinámica actual sería representado básicamente por menor crecimiento y dinámica más moderada acompañada de presiones inflacionarias, disminución de las herramientas de políticas monetarias expansivas, crecimiento de los precios en las materias primas generando presiones a los productores acompañado de una pandemia aún activa y con nuevas cepas.
Economías del mundo
Muy probablemente los Bancos Centrales y las economías del mundo se estarán enfrentando en el mediano plazo a un nuevo nivel de régimen de inflación global, que también generará presiones salariales al alza y por ende desencadenará en decisiones más robustas y drásticas por parte de los bancos centrales. Como resultado de la próxima reducción de la liquidez mundial se favorecerá la rotación de los flujos de capital, así como el estímulo de la salida de estos flujos de los mercados emergentes, mismo que ya estamos viendo en la curva mexicana de bonos e incluso en el mercado de capitales. La pandemia ha reforzado y agudizado algunas tendencias estructurales anteriores a la crisis, haciendo que el mundo post COVID planteé nuevos retos a largo plazo incluso más allá de la misma inflación.
Resumiendo
En los puntos anteriores podemos comentar de manera relevante que, la sólida recuperación de la demanda que está impulsada por estímulos fiscales y monetarios, ahorros y vacunas, sumada a los shocks de oferta, está impulsando los precios. Por lo que se espera que el crecimiento y la inflación disminuirán, pero no en el corto plazo y que esta recuperación comenzará a finales del 2022 y primer semestre del 2023. Una serie de shocks de oferta impulsados por cuellos de botella y precios de energía frenaron el crecimiento y aumentaron inflación de manera más importante y nos platea el escenario de si estamos encaminando a la economía hacia un nuevo régimen de precios, con presiones salariales y expectativas más altas. Para los gobiernos cada vez será más difícil dar con el equilibrio correcto entre unos intereses y otros, y la reacción política monetaria en tiempo y forma será clave para toda la economía Global.