La hazaña del Tigrillo es inmortal

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Aquel niño llamado Lauro Salas tenía sueños de ser famoso y próspero gracias a la práctica del boxeo; aunque su tío Reynaldo se burlaba de él, diciéndole: “Me corto el cuello si tú eres rico algún día”. Lauro buscaba conseguir recursos económicos para ayudar a su familia, ya que estaba formada por 11 hermanos: seis hombres y cinco mujeres; él era el tercero por lo que vendía periódicos y hacía mandados. Al paso del tiempo se involucró en el mundo del pugilismo profesional al debutar el Viernes 26 de abril de 1946 en Corpus Christi, Texas, ante José Chino Puente.

¿Quién lo diría? Este 2023 se cumplen 71 años de que Lauro tumbó aquella frase de su familiar al convertirse en el primer pugilista de Nuevo León de la historia en ganar un campeonato mundial de boxeo.

La hazaña se realizó el 14 de mayo de 1952 tras arrebatar el cetro mundial ligero al monarca estadounidense Jimmy Carter por decisión dividida en 15 asaltos en el Olympic Auditorium de Los Ángeles, California.

“El Tigrillo de Monterrey” como apodaban al mexicano dominó los últimos cuatro rounds para llevarse el triunfo luego de que el juez Frankie Van dio 82-83 puntos a favor del peleador afroamericano, mientras que Mushy Callahan otorgó 84-81 y Joe Stonek, 83.5-81.5 para Lauro.

El fajín correspondía a la National Boxing Association (NBA) a la que desde 1962 se le conoce como la Asociación Mundial de Boxeo, WBA por sus siglas en inglés. También era avalado por la NYSAC (Comisión Atlética de Nueva York) y los títulos de la revista The Ring.

Por cierto, esta pelea se puede ver a través del canal de YouTube.

Al inicio del segundo round, Salas castigó a su rival con dos derechazos a la quijada que hicieron trastabillar al todavía campeón, pero este respondió al provocar una herida en el ojo izquierdo del retador en el noveno asalto; luego, el Tigrillo le abrió el pómulo izquierdo a Carter en el episodio 13.

Salas, de 27 años de edad, llegó a Monterrey en un bimotor N 1814-M donde cientos de personas lo recibieron como un héroe en el Aeropuerto del Norte, localizado en el municipio de Salinas Victoria, a las cuatro de la tarde con cinco minutos del domingo 25 de mayo.

 A los 36 años se retiró del pugilismo en un combate celebrado ante el jamaiquino Bunny Grant en Jamaica el sábado 4 de marzo de 1961.

“No, nunca fui un invencible. Siempre hay uno mejor. Fui un peleador honrado. Gané y perdí. Fueron pocas de estas últimas, pero no fui un invencible”.
Lauro Salas – Campeón mundial de peso ligero de la NBA, NYSAC y The Ring

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Fotos cortesía: Familia de Lauro Salas

El miércoles 11 de febrero de 1987 falleció a consecuencia de un infarto a los 62 años de edad. Sus restos permanecen en el Panteón Tepeyac.

Su récord fue de 91 victorias (45 nocauts), perdió 58 (ocho nocauts), obtuvo 13 empates y un combate sin decisión.

Lauro recibe un simulado gancho al hígado de parte de Jimmy Carter. Fotos cortesía: Familia de Lauro Salas

En sus últimos años, disfrutaba recorrer las calles de la calzada Madero donde portaba un elegante traje y lucía sus zapatos lustrados.

Recuerdo que en 1978 tuve el gusto de verlo, ya que a mis padres les encantaba caminar por ese sitio junto con mis dos hermanas. Mi papá, como sabía lo que me gustaban los deportes, me dijo: “Mira, hijo, ¿ves a ese hombre que acaba de pasar? Él fue el primer campeón mundial de boxeo que tuvo Nuevo León en su historia”.

 Me quedé emocionado porque al transcurrir el tiempo lo vi caminar por esas calles. Muchas veces quise saludarlo cuando yo ya era un adolescente, pero la verdad no me atreví. Lo más interesante es que quién iba a decir que muchos años después su servidor escribiría la biografía del Tigrillo de Monterrey que se llama Nocaut al olvido.

Lauro fue uno de los primeros ídolos que tuvo Nuevo León en su historia.

Como se volvió popular en el Hollywood de los años 50 convivía con personalidades como los actores Stewart Granger (camisa oscura) y con el mexicano Ricardo Montalbán. Fotos cortesía: Familia de Lauro Salas