Es una palabra con mucho fondo, formada por dos vocablos, “auto” que es “de, o por sí mismo” y “conocimiento” es decir el qué conocemos de nosotros mismos. Es un proceso, es decir es una actividad permanente en la vida. Para que logremos conocernos a nosotros mismos significa que este proceso inició cuando se era un infante y de alguna forma había cosas que no se podían hacer, por edad o por habilidad y que no terminará hasta el final de nuestros días.
El Autoconocimiento implica que además de las habilidades propias se conocen los sentimientos y lo que pensamos acerca de las cosas. Cuando logramos iniciar conscientemente este proceso de conocer nuestro interior, se construye un círculo virtuoso donde ocurre que cuanto más nos conocemos mejor podemos actuar en el mundo.
El conocer cómo piensan y sienten sobre nosotros otras personas es importante. De lo contrario vamos por el mundo encerrados en nosotros y alejados de la realidad exterior. También el otro extremo existe, no conocernos y estar para complacer a aquéllos que están a nuestro alrededor. El equilibrio como es conocido es lo mejor, significa que nos conocemos, sabemos lo que piensan otros de nosotros y hacemos lo que consideramos mejor para todos.
El Autoconocimiento para la Programación Neurolingüística está conformado por tres aspectos a saber: el autoconcepto, que es lo que decimos de nosotros mismos; la autoimagen que es como me califico frente al espejo o en fotos y en tercer lugar la autoestima, qué tanto me quiero, me cuido y procuro.
Estos tres aspectos conviven con nosotros a diario, desde que despertamos en las mañanas:
- ¿Cómo nos hablamos, nos motivamos o descalificamos?
- ¿La imagen que proyectamos en el espejo es agradable o solo nos vemos para presentarnos ante la sociedad?
- Por último ¿cómo demostramos el cariño por nosotros? ¿Ejercicio, alimentación, momentos de relajación? O ¿Exceso de trabajo, comida, estrés?
El autoconocimiento nos guía de forma natural a querer un adecuado desarrollo personal, hacia ese estado de plenitud al que aspiramos los seres humanos. Cada uno entendemos la plenitud de forma personal solo que para llegar a ella tenemos que conocernos.
Te doy algunas recomendaciones para empezar a engrandecer el autoconocimiento y con ello iniciamos conscientemente el desarrollo personal: encuentra la relación de tus conductas y emociones, identifica los detonadores de tus estados emocionales, observa y escucha por el efecto de tus acciones en los otros. Reconoce para qué sirven tus habilidades y cuáles prácticas definitivamente no se te dan. Aprende a arriesgarte, saliendo de tu zona de confort.
Uno de los logros del autoconocimiento son poder obtener metas y objetivos y lo más importante: saber cuál es el sentido de nuestra vida.
Recordemos a Sócrates: conocerse a uno mismo es el principio de todo conocimiento.
