Cuando comenzamos el camino de invertir solemos acudir a nuestras fuentes primarias de información que seguro son nuestros familiares o nuestros amigos más cercanos, y seguro que en más de una ocasión hemos escuchado consejos, historias y experiencias que, aunque se repiten a través de las generaciones la realidad es que no son tan verdaderas como las aprendimos, me gustaría exponer algunos ejemplos:
– Mientras mayor plazo mayor tasa: aunque en la normalidad de las cosas es verdadero, existen momentos como los que vivimos actualmente donde no se cumple la regla pues el CETE de 180 días paga más que el bono de 30 años, es primordial preguntar y conocer sobre los momentos del mercado de deuda y las decisiones de BANXICO para saber dónde posicionarse.
– Lo más importante y lo mejor es la tasa: recuerde que la tasa va ligada al riesgo por lo que si la tasa de referencia de México se encuentra en 11.25 y es el riesgo mínimo que puede correr un inversionista nacional, podemos inferir que cualquier tasa por encima de la mencionada irá acumulando riesgo de acuerdo con el rendimiento que promete.
– El dólar siempre es mejor que el peso: es una creencia similar a la de la tasa, la confianza en que el trabajo económico de nuestro mayor socio comercial siempre es superior al de México lleva a los inversionistas a pensar que todo el tiempo sucede un alza del dólar contra el peso mexicano.
Si hablamos desde los máximos de pandemia por allá de 25.13 pesos por dólar la verdad es que tenemos poco más de 3 años en los que se ha comportado mucho mejor la moneda mexicana y a una tasa mayor, si usted hubiera puesto su dinero en dólares sin invertir acumularía una pérdida en 3 años que podría ascender al 30% de su valor.
– El oro siempre aumenta su valor: en realidad es una creencia algo antigua pues en tiempos de guerras y de crisis se solía acumular oro físico para sopesar cualquier eventualidad, en el mundo moderno esto es mucho más difícil de lograr, el solo hecho de imaginar el traslado y almacenaje de un lingote de oro lo pondría en aprietos si se pregunta ¿Cuánto pesa un lingote? ¿Dónde lo compro? ¿Dónde lo guardo? ¿A quién se lo podré vender después?
Si agregamos que de la misma forma que el resto de los productos financieros no es posible que siempre se aprecien tendremos que la realidad es que para que el oro gane valor necesitan estar pasando cosas malas en todo el mundo como indica la gráfica en los tiempos de la crisis sub prime o de la pandemia COVID19, pudiera haber pasado un período de 10 años sin generar ninguna ganancia invertido en oro; como parte de su portafolio es un activo refugio defensivo y no un vehículo de especulación.
– La bolsa es como jugar en el casino, cuando alguien gana alguien siempre pierde: esta creencia se desprende de historias negativas donde las personas suelen vender en los momentos de pánico y encima quedarse con la idea de que “alguien” se llevó su dinero. Las bolsas de valores no son un casino, no existe “la casa siempre gana”, lo que si existe es un trabajo exhaustivo de estudios estadísticos aplicados al análisis técnico (de gráficas) y fundamental (de estados de resultados) que le ayudan a los analistas a predecir precios futuros de las acciones de las empresas.
Como puede ver estimado lector, no todo lo que creemos de inicio sobre las inversiones es verdad, lo invito a que de la mano de su asesor certificado investigue, pregunte y se cerciore de lo que compone su portafolio de inversión, no hay mejor herramienta para alcanzar sus objetivos de inversión que la disposición de ampliar su conocimiento financiero. Me despido hasta la próxima metáfora financiera.