La Inflación en México al cierre del año 2021, fue de 7.36% y para este año 2022 por lo visto seguirá fuera del rango, es decir, seguirá en aumento según los expertos.
La inflación es un aumento generalizado en los precios de los bienes y servicios de una economía durante un período de tiempo, es decir cuando la media de los precios de todos los bienes y servicios de un país sube.
Es un fenómeno que ocurre en casi todos los países, de hecho, los bancos centrales siempre tratan de que en su país haya algo de inflación, normalmente entre el dos y el tres por ciento.
La inflación es uno de los aspectos más importantes en el estudio de la macroeconomía y en la política monetaria de los bancos centrales. Por ejemplo, el principal objetivo del Banco Central Europeo (BCE) es conseguir la estabilidad de precios, manteniendo una tasa de inflación del 2% anual, mientras que para Banco de México es cuidar que no sobrepase el 4%.
Para conocer cuánto están subiendo los precios o conocer la variación de todos los precios de una economía, existe un principal indicador, que es, el índice de precios del consumo (IPC), que está compuesto por grupos de bienes y servicios, desde alimentos, ropa, medicinas hasta comunicaciones, transporte, vivienda y ocio.
Así que dicho lo anterior, la subida de precios provoca la pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos. O dicho de otra manera, si hay inflación significa que con el mismo dinero podremos comprar menos cosas que antes.
Como ya he comentado la inflación del 2021 fue del 7.36%, sin embargo la inflación de cada hogar mexicano es diferente a la inflación publicada por el Banco de México. Son dos los factores que nos darán un mejor panorama para saber cuál es la inflación real de un hogar mexicano, cabe señalar que cada casa tiene una inflación diferente.
El primer factor es el gasto, en que bienes y servicios se va el 80% del total del costo de tu hogar, cuantos vehículos tienes, colegios y universidades, servicios como luz, gas, telefonía e internet, vestido, renta o pago de hipoteca, etc. Si sabemos cuánto costaban estos productos y servicios, y su costo actual, les podremos dar un valor para ponderar cada uno y llegar a un estimado de la inflación real de la economía familiar.
El segundo factor y en el que ponemos menos atención es el ingreso, y esté puede venir de varias fuentes, la principal el pago por la labor que realicemos, llámese sueldo, salario, comisiones, utilidad del negocio, rentas, etc. Y la otra fuente por intereses de ahorros y rendimientos de inversiones.
En ambos ingresos, si por lo menos subieran al compás de la inflación, estaríamos hablando de que nuestro dinero sigue valiendo lo mismo, en la mayoría de los casos no es así, y todo lo que esté por debajo del porcentaje de la inflación se convierte en menor valor de tu dinero, tienes lo mismo, pero vale menos.
Entonces, nos encontramos ante salarios con crecimientos menores a inflación y con intereses y rendimientos que pagan tasas reales negativas, lo que nos lleva a una inflación mayor del hogar, puesto que recibimos menos porcentaje de incremento real de los ingresos y pagamos mayores incrementos en lo que consumimos, se amplía la brecha.
¿Qué hacer? Lo más importante es subir los ingresos, porque gastos siempre tendremos, súmale algo adicional a tu actividad de generación, hoy existen varias opciones a través de internet, vende algo, da asesorías, etc. Y en la parte de ahorro e inversiones rediseña tu Portafolio, deja de ahorrar ya que la inflación es la ladrona invisible de quién ahorra, invierte de una manera inteligente, donde la diversificación y combinación de distintos instrumentos te arrojen resultados por encima de inflación mínimo al doble, solo debo decirte que tal vez debas buscar instrumentos y estrategias innovadoras que muy seguramente estarán fuera de la Banca tradicional. ACTUA!!!!