En la actualidad tratar de controlar las emociones es complejo para todos, ya que en muchas ocasiones no somos capaces de percibir cuáles son nuestras propias emociones y las de los demás, mucho menos los detonadores de las mismas.
¿Qué me causa estrés, molestia o qué me pone feliz? ¿Acaso te paras a pensar por qué sientes lo que sientes?, o ¿Por qué hay cosas que te hacen enojar y otras que te causan placer?
Según Gardner (1983), menciona que hay varias inteligencias y dependiendo de tu entorno puedes desarrollar algunas de ellas.
Dentro de las inteligencias destacan dos, que son las que tienen que ver con la inteligencia emocional, la primera de estas dos es la inteligencia interpersonal que es la capacidad de entender y reaccionar de forma adecuada al entorno que te rodea, saber qué es lo que siente el otro y comprender sus necesidades. Por otro lado, la inteligencia intrapersonal es aquella que desarrollamos para entender nuestras propias emociones y experiencias que se tienen y los deseos que queremos cumplir.
En varias ocasiones la manera en la que reaccionamos ante nuestros semejantes y a los eventos que trascurren cada día, ya sean buenos o malos, reaccionamos a estos de forma automática, produciendo una o más emociones, las cuales muchas veces somos incapaces de controlar.
La gran mayoría de las personas atribuyen a las circunstancias o las personas que les rodean, la causa de un estado de ánimo placentero o displacentero, sin embargo, pocas veces nos paramos a razonar del por qué estamos sintiendo “esa emoción en particular” o por qué una persona en especial puede evocar sentimientos de placer o de displacer. El conducirse de forma automática con las emociones trae problemáticas sociales incluso, económicas y de salud, ya que, el hecho de no trabajar en la inteligencia emocional, nos conduce a que hagamos cosas sin ponernos a pensar en las consecuencias de nuestras acciones
Es por eso que es importante trabajar en lo que es la inteligencia emocional ya que los beneficios son múltiples, por un lado, tendrás una mejor salud mental y por otro lado una economía sana, sin mencionar la salud física y mental. Es por eso que lo mejor que puedes hacer es tratar de comprender el significado de tus emociones.
Si por algún motivo nos encontramos con una o varias circunstancias en las que somos incapaces de autorregular y monitorear nuestras emociones, es importante pedir ayuda profesional, debido a que un experto en salud mental puede darte las herramientas necesarias para lidiar con situaciones cotidianas, que pueden convertirse en una fuente de estrés por la monotonía que pueden generar si no hacemos cambios saludables en nuestra rutina.
Otro factor importante es que si sentimos que la culpa de nuestros malestares emocionales se debe a “la gente en general” es muy probable que el problema se encuentre dentro de nosotros, debido a situaciones traumáticas no resueltas o emociones que no podemos concientizar.
Por lo que si estas atravesando por una situación de descontrol emocional no olvides que no eres el único que pasa por estas situaciones de crisis, no debes sentir pena o vergüenza de pedir ayuda, debido a que es algo que todos llegamos a necesitar en algún momento de nuestras vidas.
