La inflación es un tema que a últimas fechas constantemente nos mantiene alerta, sobre todo porque una de las principales preocupaciones es ¿cómo afectará nuestro bolsillo? o ¿cómo podemos aprovecharla?
Es un fenómeno económico que no podemos evitar, existe en nuestra vida dentro de un ámbito global, regional o nacional que marca parte de nuestras decisiones tanto de consumo como de inversión y por eso es importante que nos detengamos un momento a asegurarnos de recordar cómo funciona.
Cuando hablamos de inflación es común que imaginemos que es como un globo de fiesta que se expande y contrae o tal vez en un globo de helio al que si soltamos el cordón no volvamos a ver. Pero me gustaría que reflexionara en esta ocasión que se asemeja mucho más a un globo aerostático, por un lado tenemos que el globo se calienta o se enfría dependiendo de un mecanismo de válvulas que aumentan o disminuyen una flama, entonces entendemos que:
– El globo representa la economía.
– La flama representa la tasa de interés.
– El mecanismo de regulación de la flama representa el banco central y sus decisiones.
– La canasta representa a la población del país.
– El viento que puede mover el globo es la incertidumbre de los eventos globales (guerras, catástrofes naturales, pandemias, crisis, elecciones etc).
Por lo tanto basado en las decisiones de los bancos centrales sobre la tasa (calentar o enfriar la economía) es como el globo de la inflación va subiendo o bajando, lo que se traduce en otro par de términos que seguro Ud. ha escuchado.
– Soft landing o aterrizaje suave, que se da si las tasas de interés son manejadas de tal forma que aunque exista un “enfriamiento” de la economía, esta pueda salir adelante sin entrar en recesión.
– Hard landing o aterrizaje forzoso, que se da si el banco central sube las tasas a un ritmo tan rápido que se corra el riesgo de entrar en recesión profunda.
Estas decisiones afectan directamente que tan fuerte se golpearán los ciudadanos una vez que la canasta de nuestro globo regrese al suelo para comenzar un nuevo ciclo económico.
Lo más importante entonces es determinar estimado lector ¿cómo se encuentra su patrimonio de cara al fenómeno de la inflación?, con qué cuento y qué tengo comprometido para tomar las mejores decisiones patrimoniales, como siempre le invito a que se acerque a su asesor financiero y a los expertos en inversión para hacer un perfil de inversionista y determinar sus objetivos financieros para óptimos resultados.
Me despido hasta la próxima metáfora financiera…