Si te preguntará cual es el activo más importante de una empresa, ¿qué me dirías? Si dijiste que el capital humano, tienes razón. El talento de los colaboradores se ha convertido en el activo más importante de las organizaciones. Sin embargo, si ahora te preguntara ¿en dónde se ubica el capital humano dentro del balance general?, probablemente dirás que en el área de los pasivos, quizás encerrado dentro de sueldos, salarios y nómina.
Esto no tiene mucha lógica, ya que, aunque veamos a nuestros colaboradores como un activo muy importante, muchos directores y gerentes aun los siguen considerado como un gasto, sin darse cuenta de que las organizaciones han estado experimentando cambios disruptivos en sus modelos de trabajo.
En este contexto las organizaciones que comienzan a consolidarse son las que realizan estrategias para aumentar el liderazgo de su capital humano. De hecho, la investigación de mercado “RRHH Trends de Deloitte” describe que las organizaciones de mayor crecimiento han logrado beneficios más amplios mediante la gestión de su talento humano, alineando su propósito con el de la empresa.
Sin duda alguna el modelo capitalista empresarial es el mejor sistema para generar riqueza, pero ya nos dimos cuenta de que no es el mejor para distribuirla y los dueños de negocios tenemos algo de culpa de todo esto. Nos preocupamos por generar el mayor rendimiento al capital, olvidando en la mayoría de las ocasiones a los colaboradores de la empresa.
El reto ahora es continuar creciendo y al mismo tiempo voltear a ver a los demás stakeholders, en particular a los colaboradores. Hay que dignificarlos, escucharlos y darles un mejor lugar en la organización y aquí es donde entra un concepto que está tomando gran relevancia para las organizaciones modernas, “Capitalismo Social”.
Básicamente consiste en tomar en cuenta a todos los stakeholders de tu organización dentro de tus planes de crecimiento y desarrollo. El capitalismo social, como su nombre lo indica, no busca acabar con el capitalismo, sino simplemente incluir a los colaboradores dentro de sus planes.
Empresas como Merco Supermercados, FRISA, RAGASA y EconValor entre otras están adoptando estos modelos y se han dado cuenta de que, al apoyar el crecimiento de sus colaboradores, ellos apoyan al crecimiento de la compañía, formando un círculo virtuoso constante.
Si quieres resistir el paso del tiempo y dejar un legado a través de tu empresa, tendrás que realizar acciones para dignificar y desarrollar a tus colaboradores. Además, ahora que estamos cerrando un año e iniciando otro lleno de retos, puede ser el mejor momento.
Y entonces, ¿por dónde podemos comenzar? Aquí te comparto 5 sugerencias para subirte en la ola del capitalismo social.
- Propósito.
Busca empatar el propósito de la persona con el de la empresa. No todos vienen a trabajar con el propósito de hacer más rico al dueño. Los colaboradores tienen sus propósitos personales y su compromiso crece cuando se dan cuenta de que pueden lograr sus propósitos si ayudan a desarrollar el propósito de la empresa.
Cambiar el estilo de liderazgo tradicional por uno transformacional, que se base en escuchar y que rete intelectualmente a sus colaboradores a sacar lo mejor de cada uno de ellos.
- Capacitación.
Sin duda alguna una de las mejores maneras de desarrollar el talento de los equipos es a través de la capacitación. Puedes capacitarlos en habilidades de liderazgo, trabajo en equipo, pensamiento crítico, comunicación e inteligencia emocional entre otros temas.
- Salud.
Mente sana en cuerpo sano. Despierta la consciencia de cuidar su salud física y mental. Puedes apoyarte de un nutriólogo y un psicólogo para contar con equipos sanos mental y físicamente
- Medición.
Establecer métricos del bienestar de los colaboradores para que esto se integre en los planes y la cultura de la organización y no solo sean iniciativas pasajeras.
Además de todo esto, Raj Sisodia en su libro “Capitalismo Consciente” menciona que existen 4 elementos para que las empresas desarrollen un sistema de capitalismo social:
1) Propósito integral,
2) Inclusión de todos los stakeholders,
3) Cultura consciente y
4) Liderazgo transformacional.
Es un hecho que el crecimiento de las organizaciones está directamente ligado al crecimiento del liderazgo de sus colaboradores, es decir, “resulta buen negocio ser bueno…” y ojo, recuerda que el tomar en cuenta a tus colaboradores no tiene por qué ser costoso, puedes comenzar con pequeñas acciones mejorando el salario emocional y dignificándolos. Yo soy Ciro Rivera y recuerda que cuando cambias la forma de ver las cosas, las cosas cambian de forma. Hasta pronto.
