Si el futuro es de la energía de hidrógeno, los autos eléctricos, la medicina biónica, la Inteligencia Artificial, la fibra óptica, la robótica y las ciencias del agua, ¿qué tipo de educación se requiere para formar a egresados en esas y otras disciplinas del futuro? Es la pregunta que hoy en día se hacen muchos de los líderes que encabezan la nueva economía del conocimiento.
Para fortuna de las organizaciones que requerirán el talento que cubra las necesidades profesionales de esta Era, ya existen instituciones que trabajan en lo que se conoce como las 4 claves de la revolución educativa, que son:
Accesibilidad. Capacidad de ofrecer educación desde cualquier lugar del mundo.
Flexibilidad. Periodos formativos dentro y fuera de las instituciones que no necesariamente correspondan con los tradicionales posgrados o especialidades.
Asequibilidad. Al alcance de todos sin importar estatus social.
Impacto social. Que detone el desarrollo personal y colectivo.
Una de estas universidades es Hamdan Bin Mohammed Smart University, que incluso antes de la pandemia de COVID-19 desarrolló sus planes de estudio haciéndose el siguiente cuestionamiento: ¿por qué tenemos que seguir pensando en que la educación universitaria la tienes que recibir en aulas ubicadas en lugares específicos, en el horario que alguien te impone y cargar con los sobrecostos que implica el mantenimiento de la infraestructura? Hoy esta escuela fundada en los Emiratos Árabes es una de las más reconocidas del mundo, y sus directivos consideran que han puesto las bases de lo que un día será la educación sin muros físicos, pues creen que, en el futuro próximo, ya no serán necesarias las aulas como las conocemos ni grandes volúmenes de empleados administrativos, sino la capacidad de llevar conocimiento de vanguardia a cualquier persona, no importando dónde se encuentre, por ejemplo, a través de la tecnología virtual, en la que incluso puedes interactuar con estudiantes de otras regiones en tiempo real, adquiriendo de esta forma una visión más global de los retos sociales, económicos, ambientales o tecnológicos.
En esta transición, algunos especialistas en el tema consideran que cada vez veremos posgrados más flexibles, cortos y dirigidos a solucionar necesidades específicas de las empresas. El reskilling, que es brindar educación a personas que han quedado rezagadas en el mundo laboral y capacitarlos en nuevas tecnologías, será parte de esta revolución educativa, al igual que el adskilling, que crea cursos que tienen como objetivo particular solventar una problemática de una organización en temas como programación robótica, realidad aumentada, inteligencia artificial, entre muchos otros relacionados con la Cuarta Revolución Industrial.
Los videojuegos podrían ser un aliado en estos procesos de aprendizaje, sobre todo entre los jóvenes, señalan expertos presentes en el Congreso Internacional de Innovación Educativa. “El aprendizaje basado en juegos es una gran herramienta de aprendizaje para el futuro, pero tiene que ser divertido e interesante. Que pasen bien el rato los estudiantes mientras aprenden”, comentó en el evento Samuel K.W. Chu, profesor en la Universidad de Hong Kong.
Para Esther Wojicki, reconocida mentora de importantes líderes en Silicon Valley y una apasionada de la educación del futuro, el aprendizaje combinado o multidisciplinario debe ser la base del nuevo conocimiento “donde los propios estudiantes sean los dueños de sus procesos de adquisición de aprendizaje”, escribe en su libro “Moonshots en la educación. Nuevas tecnologías y aprendizaje mixto en el aula”.
Y ya se avanza en ese sentido. En Europa se impulsan iniciativas como Future Classroom Lab o Aula del Futuro, en la que se forman a los docentes en programas dotados de un alto componente tecnológico, con el objetivo de que, posteriormente, los alumnos aprendanhaciendo, a través de la adopción de competencias digitales.
A nivel más local, se impulsan iniciativas como el Institute for the Future of Education, del Tecnológico de Monterrey, que pretende ser un hub de innovación e investigación de la educación del futuro.
La educación inteligente que viene estará basada en el uso de la tecnología, pero estará provista de aspectos como son las relaciones dinámicas, la formación para una actitud creativa y participativa, incitando a la investigación y la exploración de los estudiantes, haciendo de ellos los verdaderos protagonistas de la educación del futuro.