Hoy les voy a platicar de la vajilla como lienzo que realza los platillos… El tipo de loza puede realzar los colores y la textura de los alimentos, y ya se ha vuelto muy común tomar la fotografía de nuestro plato en un ángulo que sea “instagrameable”, pero va mas allá de solo tomar una fotografía, es más bien la esencia y el contexto, lo que quiere decir, para muchos una obra de arte, un poema, un sentimiento, la vajilla va muy de la mano con los alimentos, es un complemento, los colores, las figuras, lo que quiere transmitir un lugar.
Si bien son muy importantes los sabores, los aromas, los colores y las texturas en los alimentos, no debemos olvidar el montaje de mesa pues este representa el primer contacto con el comensal y refleja la calidad del servicio que se está brindando.
Cuando observamos el trabajo de un pintor, apreciamos la importancia que tienen para el todos los elementos relacionados con su arte.
La misma importancia tiene el lienzo, los pinceles, las acuarelas ó los óleos que elige. Lo mismo sucede con los chefs y a veces no nos damos cuenta.
Por descontado que la materia prima es esencial. La calidad de los ingredientes está por encima de todo, sin discusión alguna. Pero también lo está la idoneidad de las caceloras ó sartenes que emplea, y por supuesto, la vajilla que elige para emplatar sus recetas. No hay que menos-preciar ninguno de estos elementos.
Otorgar a la vajilla el papel protagonista que se merece, porque es protagonista, tanto para el chef como para el restaurante, donde se sirven, ya que es una de sus principales cartas de presentación.
Para un chef, una receta es su “relato”, una idea que surge en su cabeza y que se le tiene que dar forma, no con palabras, sino con alimentos. Y la forma, estilo y sutileza para emplatar esos alimentos viene dada en gran medida por la vajilla que elija.
Tradicionalmente, estuvimos acostumbrados a que la mayoría de los restaurantes o establecimientos utilizaran platos blancos y redondos.
La explicación a esto es que el real protagonista era la comida y no al revés, y color blanco está considerado como el más neutro para seguir la misma línea de prioridad al contenido y no al continente.
Sin embargo, la irrupción de los menús degustación han marcado un claro cambio de tendencia y el diseño se ha abierto paso para que las vajillas obtengan ese merecido reconocimiento, por ser un elemento cada vez más esencial a la hora de servir una mesa.
La llegada de nueva formas, estilismos, materiales, colores y acabados ha sido “arrolladora” en el mejor de los sentidos y han hecho posible que los “relatos” de los chefs tengan cada vez una argumentación más acorde con sus recetas .
¿Por qué prestarle atención a la vajilla?
1. Mejora la percepción de los alimentos
Los foodies y amantes de la buena comida entienden que los alimentos no solo se prueban con la boca. La vista y el olfato también juegan un papel importante cuando los olores, las texturas y los colores se traen a la mesa.
Por eso, el emplatado es tan importante como la preparación de la comida, ya que influye en la impresión inicial. De ahí que la elección de la loza deba cuidarse, pues una presentación atractiva despierta el apetito y genera anticipación sobre el sabor y la calidad de la comida
2. Permite desarrollar la creatividad culinaria
Tan importante como la experiencia de los comensales es la expresión creativa del cocinero. Al tener una amplia gama de lozas para escoger, se pueden crear diferentes presentaciones para resaltar la comida.
De igual manera, el emplatado permite contar una historia sobre el origen de la receta, la preparación o los ingredientes. Es así como con la comida se crea una pieza que va más allá del sabor y comienza a jugar con la estética, comparándose al trabajo que hace un pintor con sus pinturas.
3. Le da un toque de autor a la comida
Un emplatado distintivo crea una identidad única para el trabajo del cocinero. Esto es aún más importante para los dueños de restaurantes, quienes buscan alternativas para destacar frente a la competencia.
Y es que un plato que se ve bien deja huella en el comensal. Incluso, los emplatados más disruptivos son compartidos en redes sociales, lo que atrae a otras personas que aprecian este arte. En definitiva, la loza es el lienzo que permite al chef explotar su creatividad y realzar su talento.
Así que cada vez que visites un restaurante, observa la vajilla y disfruta de esta obra de arte culinaria que te ofrece el lugar…
