Pólizas Jurídicas, una alternativa para el arrendamiento…

Eva G. Mejía TEMAS CON VISIÓN

Cuando se requiere rentar una propiedad, se deben considerar parámetros para asegurar que de manera bilateral los derechos del arrendador como del arrendatario se cumplan, uno de los requisitos necesarios para la renta de cualquier bien inmueble es tener un fiador, el cual es el que puede responder por ti en un futuro en el caso de incumplimiento a tus obligaciones estipuladas en el contrato de arrendamiento.

 ¿Cuentas con fiador? ¿No? ¡Tranquil@! Ante ello la póliza jurídica de arrendamiento es una excelente opción. Comencemos por definir qué la póliza jurídica de arrendamiento es un contrato de prestación de servicios jurídicos “a futuro”, mediante el cual un equipo de abogados interviene para la realización de un fin.

Una póliza jurídica opera similar a un seguro, así que siéntete con la tranquilidad de que podrás rentar tu propiedad sin complicaciones, las pólizas jurídicas de arrendamiento al ser instrumentos legales fungen como sustitutos para fiadores.

Sin embargo, existen distintos tipos de póliza entre los que puedes decidir: Con fiador, sin fiador (se utiliza más para foráneos o extranjeros) y premium en la que te garantizan la recuperación de rentas, de adeudos en servicios o de los gastos por daños en tu propiedad.

Los beneficios principales que puedes encontrar en la contratación de la póliza jurídica son:

1. La investigación o perfilamiento minucioso al arrendatario y a su obligado solidario (nivel de endeudamiento, de ingresos, demandas judiciales, etc.).

2. Elaboración y firma de contrato de arrendamiento con la Ley de Extinción de Dominio.

3. Monitorear el cumplimiento del pago de las rentas pagadas en tiempo y forma.

 4. Al terminar la vigencia del contrato la verificación del inmueble y su inventario.

 5. Recuperación judicial del inmueble en caso de ser necesario.

6. Confirmar que el arrendador sea el legítimo propietario del inmueble.

¿Quién paga la póliza?

Normalmente el arrendatario, se puede manejar desde el inicio de la promoción del inmueble como parte de los requisitos, aunque en la práctica como es un beneficio bilateral pueden compartir ambas partes el pago que les representa.

Se puede considerar como una valiosa inversión que protege el patrimonio inmobiliario y ofrece tranquilidad al dueño y al inquilino de que pueden contar con la asesoría profesional para resolver efectivamente los conflictos jurídicos y evitarse dolores de cabeza.