En la actualidad se han adoptado diversos términos respecto al manejo financiero que llevamos tanto en lo personal como en lo empresarial, entre estos términos se encuentra la responsabilidad financiera, la cual es solo el primer paso para alcanzar la tan anhelada libertad financiera que se define generalmente como el poder recibir cierta cantidad de recursos monetarios de manera constante, haciendo un mínimo o nulo esfuerzo para obtenerlos.
Por lo que el primer paso que debemos tomar para poder alcanzarla es el tener responsabilidad financiera, la cual pareciera un concepto sencillo, pero implica un gran esfuerzo, ya que esta misma nos puede llevar a tener finanzas sanas y subsecuentemente a acercarnos cada vez más a la libertad financiera.
El eje central del manejo responsable de las finanzas, tanto personales como empresariales, es tener bien presente y controlados dos conceptos: el gasto y la deuda. Primero debemos prestar especial atención a la manera en que gastamos, ya que esto definirá como se irán comportando nuestras finanzas, porque, no es lo mismo gastar por gastar, que hacer una planeación para gastar, y aunque este hecho está muy controlado en el ámbito del negocio, en lo que respecta a finanzas personales no pasa de la misma manera, ya que aquí es donde llega a hacer más daño el no tener una buena planeación de la manera en que utilizamos nuestros recursos, porque como individuos tendemos a hacer más compras o gastos innecesarios guiándonos solo por un impulso emocional y no por una decisión racional.
El segundo concepto que debemos prestar atención para ser financieramente responsables es el manejo de la deuda, y en este punto debes poner especial atención, y aunque no lo parezca, está muy ligado a la manera en que gastamos, ya que, en finanzas personales, al tomar decisiones generalmente más emocionales, podemos abusar del crédito, especialmente tarjetas de crédito y préstamos personales para poder financiarnos algún gustito, provocando un deterioro acelerado en la salud de nuestras finanzas.
Como por ejemplo el comprar excesivamente a meses sin intereses, ya que, si estos gastos no se planean y se diluyen en tarjetas de crédito o departamentales, terminaran convirtiéndose en una bola de nieve de deudas, que con el paso de los “meses sin intereses” empezaran a ser una carga en nuestra economía, o como pasa en muchos casos, pedir préstamos con el fin de disfrutar de unas buenas vacaciones, sin tomar con seriedad, las consecuencias que traerá a nuestro bolsillo el tener dicha deuda
Por lo anterior mencionado, cuando emprendes el camino en busca de la tan anhelada libertad financiera, debes tener en cuenta las razones por las que realizas cada gasto, las razones para hacer uso de algún tipo de préstamo o crédito, tener plena conciencia si aquel gusto que te quieres dar, aunque sea un simple dulce, es una necesidad urgente, un gusto que puede esperar o solo un simple capricho derivado de tus emociones, si realmente necesitas comprar eso en este momento o si puedes comprarlo después.
Así como también debes poner especial atención en tu relación con los instrumentos de crédito que utilizas, para que estos sean una herramienta de crecimiento y no un gran obstáculo en tu camino, generando un círculo vicioso del cual te sea muy difícil salir.
Recuerda que un manejo responsable de tus finanzas traerá consigo la tranquilidad necesaria para que el dinero no se convierta en una fuente de estrés y preocupación.
