¿Qué pensarías si te digo que el 80% de la gente valiosa de tu equipo que se te ha ido, no lo ha hecho por una mejor oferta económica, sino por no sentirse escuchado, valorado ni apreciado?
Así es, si pensabas que el dinero era la única manera de retener a tu equipo contigo, déjame decirte que estas en un error. Claro que el dinero es muy importante, y más cuando no se tiene o es poco, pero a medida que, vamos incrementando nuestras fuentes de ingreso, comienzan a aparecer otras necesidades que tienen más valor.
Te lo explico mejor con un ejemplo. Hace un tiempo Pepe ganaba poco dinero, así que, cuando su jefe le decía que, si se podía quedar a ayudarle durante todo el fin de semana por un pequeño dinero extra, Pepe decía que sí.
Pero poco a poco Pepe fue ganando suficiente dinero para cubrir todas sus necesidades y un poquito más, así que cuando le ofrecían la oportunidad de quedarse a trabajar todo el fin de semana, Pepe lo pensaba y ponía en la balanza la opción de ganar un poco más de dinero, pero a cambio de no disfrutar a su familia durante todo ese fin de semana, por lo que finalmente Pepe decidió no aceptar la oferta.
La cantidad de dinero no cambió, sino que lo que cambió fue el valor que Pepe le daba a esa cantidad sobre otras cosas, es decir, entre más dinero ganamos, más pierde el valor que le damos.
Gary Chapman en su libro “Los lenguajes del aprecio” (2011), nos dice que todos tenemos varias cuentas de banco emocionales a las que les hacemos continuamente depósitos y retiros. Mientas esas cuentas se mantengan en números positivos, nos sentiremos felices con nuestro equipo y seguiremos queriendo trabajar ahí.
En cambio, si esas cuentas se quedan en ceros o en números negativos, nuestra cuenta emocional queda vacía y comienza a perderse el amor por el trabajo, lo que se conoce como “renuncia silenciosa” (personas que hacen el mínimo requerido y están psicológicamente desconectadas de sus empleos).
Estoy seguro de que todos conocemos a alguien que jamás regresaría a trabajar a cierta compañía, aunque le paguen mucho más. Esto es posiblemente debido a que no se sentía valorado, escuchado o apreciado.
El detalle es que existen 4 cuentas de banco emocional y si eres un buen líder, tienes la obligación de saber la cuenta de cada persona de tu equipo a la que le debes de hacer depósitos emocionales con regularidad. Si le depositas en la cuenta equivocada será como si nunca lo hubieras hecho. Aquí te comparto las 4 cuentas de banco emocionales que existen:
1. Palabras de afirmación. Consiste en comentar actitudes o acciones positivas que realizó alguien de tu equipo. Las personas que utilizan esta cuenta son muy sensibles a escuchar que hicieron bien su trabajo.
2. Tiempo de calidad. Está cuenta tiene que ver con tomarse el tiempo para escuchar a tu equipo. Te puedes sentar y preguntar como están, como se sienten, como les ha ido, etc. Al final de la plática se sentirán escuchados y valorados.
3. Actos de servicio. Existen muchas personas a las que les gusta ser ayudadas. Para ellos es una manera de sentirse apreciados y es tan sencillo como acercarte y preguntar ¿necesitas ayuda con algo? Si la persona utiliza esta cuenta de banco emocional te lo hará saber.
4. Regalos. A todos nos gustan los regalos, pero existen personas en tu equipo que son muy sensibles a ellos. No tiene que ser grande o costoso, basta tan solo con un pequeño detalle ya que el mensaje que envías es que te acordaste de esa persona.
Supongo que ya te habrás dado cuenta de que ninguno de estos depósitos tiene que ver con dinero y solo tendrás que invertir un poco de tu tiempo.
Y entonces, ¿cómo saber a qué cuenta depositar? Existen baterías de exámenes que te lo pueden decir, pero puedes deducirlo fácilmente observando de qué se queja con mayor frecuencia una persona, cómo es que demuestra su afecto o qué lo hace más feliz en su trabajo.
Habrá ocasiones en las que, consciente o inconscientemente harás retiros emocionales, pero mientras mantengas un saldo positivo en la cuenta emocional de tus colaboradores, ellos serán más felices y querrán que le vaya mejor a tu organización.
De hecho, Raj Sisodia en su libro “Capitalismo Consciente” (2019), publicó un estudio donde se demostraba que existe una correlación positiva entre el crecimiento de una organización y el nivel de felicidad de sus equipos de trabajo. Así que es muy buen negocio mantener la felicidad en tu organización y resulta que el salario emocional es la base de todo esto.
Ojo, recuerda que el salario económico atrae talento, pero el salario emocional lo vuelve exitoso. Yo soy Ciro Rivera y recuerda que cuando cambias la forma de ver las cosas, las cosas cambian de forma. Hasta pronto.