En mis entrevistas con líderes, he observado una competencia recurrente que marca la diferencia entre el éxito y el estancamiento: la automotivación.
En un mundo corporativo plagado de frustraciones, apatía y obstáculos, mantener la energía en niveles óptimos es fundamental para alcanzar resultados significativos a través de la gente que lideramos.
Además, la ciencia respalda esta premisa.
Las emociones son contagiosas gracias a las neuronas espejo, un fascinante descubrimiento de la neurociencia. Esto significa que si somos capaces de motivarnos a nosotros mismos, será mucho más fácil contagiar esa energía positiva a los demás.
Por ello, deseo compartir contigo algunas claves que he encontrado útiles en experiencia propia:
1. Establecer metas: La claridad es fundamental. Defínelas a corto, mediano y largo plazo, y crea un tablero de visión que te mantenga enfocado. Al tachar lo alcanzado, tu cerebro generará dopamina, fortaleciendo tu motivación y satisfacción.
2. Dirige la calidad de tus pensamientos: Aprende a identificar y transformar tu diálogo interior. El científico chileno Marcial Losada demostró que un óptimo desempeño requiere un ratio de 3 pensamientos positivos por cada pensamiento negativo. Personalmente, he experimentado cambios significativos al introducir deliberadamente pensamientos positivos en mi rutina diaria, especialmente durante el ejercicio. Y eso marca el tono de mi mañana.
3. Cuenta regresiva: Esta técnica de Mel Robbins, consiste en utilizar la regla de los cinco segundos para vencer la procrastinación y tomar acción. Cuando sientas la tentación de postergar una tarea importante, cuenta hacia atrás desde cinco y actúa sin dudarlo. Este simple acto puede romper la inercia y desencadenar un impulso motivador a través de la adrenalina ¡pruébalo!
4. Celebra: Incluso los logros más pequeños merecen reconocimiento. Festeja cada avance, por mínimo que sea, eso refuerza nuestra autoestima y nos impulsa a seguir adelante con mayor determinación.
5. Cultiva tus relaciones: La energía del afecto es una poderosa fuente de motivación. Estar cerca de personas que amamos y nos apoyan nutre nuestro espíritu y nos brinda la fuerza necesaria para enfrentar desafíos.
6. Conecta con la naturaleza: La simple acción de caminar en un bosque o vivero, puede revitalizarnos y renovar nuestra energía. Dedica al menos 1 a 3 veces por semana a disfrutar de un paseo al aire libre, conectando con la belleza y la serenidad que nos ofrece el entorno.
7. Medita: Entrenar la mente a través de esta técnica es una poderosa herramienta para cultivar la calma interior y la claridad mental. Dedica unos minutos cada día a la práctica de la meditación, y notarás cómo mejora tu capacidad para mantener la motivación y la concentración en tus objetivos. A mí me ha ayudado hasta a combatir el insomnio.
8. Duerme: Un gran día comienza desde la noche anterior. Ten una estructura, elabora una rutina que te permita descansar y reponerte. Estarás más creativo y tendrás más paciencia.
La habilidad de automotivarse está al alcance de todos, es una práctica, que si la llevas a cabo cada día, se vuelve parte de tu rutina automática y los resultados los podrás ver ¡de inmediato!
