La comunidad de Madrid y el Estado de México se parecen mucho más de lo que pensamos. A finales del mes de mayo se celebraron elecciones en la comunidad española. Los conservadores del partido popular ganaron por goleada. Fue el primer golpe a un gobierno populista –el de Pedro Sánchez– que está llevando a España a una falta total de norte. El electorado no aguantó más y castigó al gobierno radical de izquierda.
Lo que ocurre en Madrid, general-mente se replica en las elecciones generales. El próximo 23 de julio los españoles votarán en los comicios generales. Todo indica que los días del socialismo rancio de Pedro Sánchez están por concluir. Los españoles no perdonan cómo el país se ha depauperado, cómo este gobierno ha pactado con independentistas para romper España, cómo la economía se ha estancado y sobre todo cómo este gobierno ha intentado dinamitar los cimientos de la sociedad española
Las elecciones del Estado de México arrojaron a principios de junio una clara victoria de Morena sobre la alianza opositora.
Tantos años de priismo con todos sus excesos terminaron por pasar factura y el mando del presidente Andrés Manuel López Obrador ha llegado para instalarse con sus nuevas “transformaciones”. El elector mexiquense no quiere volver a lo de antes. Prefiere la incertidumbre a tiempos pretéritos.
Generalmente el Estado de México es un laboratorio electoral. No es descartable que, así como los mexiquenses votaron mayoritariamente por Morena, en las elecciones presidenciales del 2024 ocurra lo mismo. El Estado de México es un reflejo de lo que puede pasar a nivel federal.
Madrid y el Estado de México se parecen mucho más de lo que se piensa. Más allá de que uno hable con la c y el otro cecee. Los reclamos políticos y sociales son siempre los mismos independientemente de la fonética.
Los próximos comicios en España –en el mes de julio– y en México –el próximo año– no se ocuparán de la fonética, pero sí de contar con dos países que tienen mucho más en común de lo que se piensa, más allá de la fonética.